Strike 3: "El Lazo de estos tiempos"
Por: Michel Contreras
Y bueno pues, que me siento doblemente satisfecho. Primero, porque Cuba estará este sábado en la discusión del oro, con la posibilidad de la revancha frente a Holanda. Y segundo, porque a fin de cuentas hubo que echar mano de Yadier Pedroso para abrir el juego que no podía perderse.
Fácil fue la victoria sobre los canadienses. Los hombres de Urquiola le entraron por los ojos a Shawn Hill, fabricaron un trío de anotaciones en la entrada inicial y dejaron sentenciado el desafío desde entonces.
Sentenciado, digo, y así mismo pensó todo el que sabe que Pedroso es, por mucho, el mejor pitcher cubano a día de hoy. Lo habían colocado como cerrador de la plantilla, mas los técnicos debieron corregir el tiro y encomendarle la apertura.
No recurrieron a Miguel Lahera, a quien le tocaba por la rotación, ni a Yulieski González, que hace rato está en lista de espera para encaramarse en el montículo. No señor. Se trataba de un match de vida o muerte, y a esa hora hacía falta un héroe. Y fueron a buscarlo en el bullpen.
El derecho de Artemisa no tenía su acostumbrado extra en los envíos rápidos, inevitablemente desgastado por el esfuerzo frente a los estadounidenses en la noche del martes. Ni apeló con frecuencia excesiva a su casi infalible tenedor. Se apoyó en el control, la calma exasperante y una confianza a prueba de torturas sicológicas.
Por ese camino, demostró que le sobran recursos. Que puede dominar a cualquiera con variedad de armas, y que responde positivamente a la presión de las misiones. Que abre con virtuosismo y taponea con efectividad. Es el Lazo de los tiempos que corren. Ahora nos falta un Vera.
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