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Normando Hdez

Transferidos a EEUU archivos cubanos de Hemingway

Transferidos a EEUU archivos cubanos de Hemingway

Más de dos mil documentos conservados en el Museo Finca Vigía, de La Habana, están ahora disponibles por primera vez para investigadores en Estados Unidos, tras ser digitalizados y transferidos a la Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy.

Facturas de autos y bares, notas personales, telegramas de felicitación por el Premio Nobel de Literatura, licencia para armas y recetas de cocina están entre los documentos disponibles por primera vez en los fondos de la John F. Kennedy Presidential Library and Museum, gracias a la colaboración entre la estadounidense Finca Vigia Foundation y el Museo Ernest Hemingway-Finca Vigía de Cuba.

“Este material refleja la existencia diaria de Hemingway en Cuba. Permite una mirada muy personal a su vida”, destacó Susan Wrynn, curadora de la Kennedy Library.

Los archivos -no abiertos aún para el público general- están disponibles por primera vez para su análisis por investigadores de Estados Unidos, y su publicación celebra el aniversario 60 del premio Pulitzer que ganara Hemingway en 1953 por El viejo y el mar.

Entre otros muchos documentos, la colección digitalizada incluye telegramas como el del Dr Anders Osterling, de la Academia Sueca, notificando al escritor que ha ganado el Premio Nobel de Literatura de 1954, y otros de felicitación enviados por Carl Sandburg, Spencer Tracy, Verónica “Rocky” Cooper (esposa de Gary Cooper), la escritora y periodista Lilliam Ross, John Huston y Adriana Ivancich, uno de los amores del autor de Por quién doblan las campanas.

Igualmente, el seguro de un Plymouth station wagon de 1941; la factura de un Buick station wagon comprado en Cayo Hueso en 1959; la licencia del Ministerio de Gobernación para portar y usar armas en Cuba; entradas para corridas de toros; una receta de cocina de Mary Hemingway para la “Papa’s Favorite Hamburger”; factura de servicios al yate Pilar del Club Náutico Internacional de La Habana; partes del pasaporte del escritor, notas sobre un huracán y una tarjeta de turista de 1957.

Una primera serie de archivos habían sido enviados en 2008 a la Biblioteca JFK, que guarda la que se considera la mayor colección sobre la vida y obra del autor estadounidense, con el 90% de su material manuscrito, más de cien mil páginas, además de diez mil fotografías.

En esa primera oleada de documentos de 2008 se incluían manuscritos de gran valor como pruebas corregidas de Por quién doblan las campanas y párrafos de El viejo y el mar con correcciones.

El Museo Finca Vigía de La Habana guarda una muy valiosa colección de 23 mil piezas, entre las que se incluyen documentos originales y obras de arte, armas, trofeos de caza, mobiliario, equipos eléctricos y mecánicos (desde un radio hasta un aire acondicionado), ropa u objetos de decoración.

Entre las piezas están más de 3.500 fotos, negativos y diapositivas; más de 9.000 libros, revistas y folletos, muchos con subrayados o notas al margen del escritor; más de 2.000 cartas y más de 800 piezas en la sección Obras de Hemingway: desde mecanoscritos, manuscritos y pruebas de galera o de portada hasta ediciones de sus libros en 33 países y en más de 30 lenguas (entre ellas muchas primeras ediciones).

El proceso de restauración y digitalización de todo ese legado comenzó en 2002, cuando se firmó un acuerdo de colaboración entre el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba y el Social Science Research Council de Estados Unidos. La cooperación se mantuvo luego con la Finca Vigia Foundation, creada en Estados Unidos en 2004 por Jenny Phillips, la nieta del editor de Hemingway, Maxwell Perkins, y que ha aportado tecnología y la asesoría de especialistas en conservación y restauración, paisajistas, arquitectos e ingenieros para el trabajo de la institución habanera.

Ernest Hemingway vivió en Cuba desde 1939 hasta 1960 y escribió en la isla algunas de sus más conocidas obras. Para Phillips, el hecho de que parte de los valiosos originales conservados en la finca de La Habana estén disponibles ahora digitalizados en la biblioteca estadounidense “representa un ejemplo de colaboración extraordinaria entre ambos países”.

“Los estudiosos han estado tratando durante décadas de ver lo que había allá, en La Habana, y debido a la situación política lograrlo se hacía muy difícil (…) Todos estos materiales son restos, desechos de la vida de un escritor. Todos se unen en un puzle mayor”, dijo.

Sandra Spanier, editora general de Hemingway Letters Project, dijo a Times que “el valor real de estos documentos está en la textura de lo diario, en la forma en que ayudan a redondear nuestra imagen de Hemingway”.

Fuente: CUBADEBATE,(Tomado de Cuba Contemporánea)

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