Blogia
Normando Hdez

Strike 3: Tarantino en el estadio

Strike 3: Tarantino en el estadio

Por Michel Contreras

 

SANTA CLARA – En un juego que pasó del sano entusiasmo deportivo a las temperaturas extremas –traducidas en tángana sobre el diamante y la exasperación en las tribunas-, Villa Clara derrotó a Cienfuegos en extrainning y rompió el equilibrio en su dual meet semifinal.

Hasta el noveno capítulo del drama, todo había sido batalla persistente y frenesí. Se jugaba, otra vez, un partido trepidante, y nada hacía vislumbrar que la oreja peluda de la violencia –para envidia de Quentin Tarantino- asomaría pronto en el estadio…

A esas alturas, la visita puso en jaque a la tropa de casa. Molinet, que ya le tomó el pulso a este play off, abrió con hit. José Dariel, en noche aciaga, fue golpeado por un lanzamiento. Dos en bases sin out, y William Luis al bate. El elefante barritaba con ganas…

A mí, que casi siempre me disgusta el toque, me pareció que se imponía en ese momento. El camagüeyano tiene fuerza, es oportuno, pero no es –nunca lo ha sido- un bateador sistemático. Así que yo habría optado por evitar el doble play y adelantar los hombres para que alguien elevara a los jardines e impulsara una carrera casi decisiva.

Sin embargo, el mando de los verdes prefirió intentar el hit and run, y Luis abanicó el tercer strike mientras Lázaro Rodríguez corría rumbo a la antesala. Pestano se atoró por un instante en la jugada, el outfielder sureño llegó quieto, pero Osvaldo de Paula lo apreció de otro modo y cantó un out que destapó la caja de Pandora.

Todo el banco cienfueguero salió a protestar la decisión. El aire ardía en Villa Clara, y casi se extinguió cuando el árbitro expulsó a Bárbaro Marín, el coach de tercera. En ese preciso momento, Iday Abreu perdió calma y cordura, e hizo falta la inacabable anatomía de José Dariel (auxiliado por un par de ayudantes) para frenar al manager. En el terreno había guerra, y en las gradas comenzaban unas escaramuzas que reclamaron la intervención enérgica de los agentes de orden público.

El mundo se quería acabar –o se estaba acabando- en el Sandino. Una cámara húngara de grandes dimensiones afeaba el espectáculo, poniendo en entredicho que lo que se estuviera dirimiendo fuera tan solo un juego. A mi lado, expectantes, incrédulos, dos niños miraban…

Nunca debió pasar, pero pasó. Y hablemos claro: no comparto el intento de corrido y bateo con Luis en el home plate, ni tampoco celebro la airada reacción de Iday Abreu, pero no es menos cierto que el arbitraje va teniendo demasiado protagonismo en este duelo. El sábado hubo un out descabellado sobre Ariel Borrero que casi riega el caos en las tribunas. Y ahora, esto. Un nuevo trazo equivocado. Mala cosa.

Positivo: El aporte de Edilse Silva en un desafío clave. Negativo: La violencia que se apoderó del terreno y las gradas. Preocupante: El arbitraje volvió a errar. Incomprensible: El intento de hit and run con William Luis en el noveno.

-De cara al sexto encuentro, la mejor noticia para Cienfuegos es la progresiva recuperación de Ernesto Molinet. La peor: que Freddy Asiel regresará al montículo adversario.

-Arruebarrena, aparentemente castigado por un corring durante el tercer choque del play off, sigue fuera de la alineación titular. Darián González, todo sea dicho, ha sido un digno reemplazante.

-Las luces del Sandino reclaman refuerzos. Llegadas las ocho de la noche del domingo, el estadio estaba a media luz, opaco, “restaurántico”.

Fuente: CUBADEBATE

0 comentarios