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Normando Hdez

Dominicana festeja su corona

Dominicana festeja su corona

Una gran algarabía, acentuada por el ruido de cornetas y cláxones de autos, marcaron el inicio de la celebración en República Dominicana, por el título de campeón mundial que exhibe su equipo de béisbol desde la noche de este último martes.

Bastó que el estelar cerrador Fernando Rodney consiguiera por ponche el último out sobre los boricuas en San Francisco, Estados Unidos, sede de la final del III Clásico Mundial de Béisbol, para que se desbordara la alegría de los dominicanos.

En varios puntos de Santo Domingo, entre ellos en el Estadio Quisqueya, se reunieron miles de aficionados con el fin de presenciar en pantallas gigantes el crucial partido contra Puerto Rico y esperar el ansiado triunfo, que se concretó 3-0.

El sueño de un país se hizo realidad, expresaron comentaristas deportivos en la trasmisión televisiva mientras las imágenes mostraban el júbilo de personas de todas las edades.

Ahora cambió la historia y en el olvido quedan las anteriores presentaciones de los quisqueyanos en estos torneos, principalmente en 2009, cuando fueron eliminados por Holanda en la primera fase.

Para varios especialistas y seguidores, “aquella vergüenza” significó la base de la presente victoria, a la que muchos se refieren como la reivindicación dominicana.

Al valor de la corona, los campeones, liderados por Robinson Canó, el jugador más valioso del evento, le agregaron el plus de haberla conseguido sin la sombra de un revés en ocho partidos.

Japón, dos veces titular y actual dueño de la tercera posición, sufrió descalabros en su camino a la parte más alta del podio de premiaciones hace siete años, durante el comienzo de estas lides, y en 2009.

Como pronosticaron jocosamente ayer unos taxistas: "nadie pudo contra el poder del mangú", (una comida típica de ese país caribeño a base de plátano verde), y Dominicana es pura fiebre de pelota, como llaman allí al béisbol.

A partir de ahora, surgirán nuevas muestras de humor y de alegría, y no faltará el argot beisbolero para referirse a los problemas cotidianos en una nación que goza sin medidas con el deporte de las bolas y los strikes, su pasatiempo nacional.

Fuente: CUBADEBATE,(Con información de Prensa Latina)

 

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