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Grand Prix: Bienvenidas sean las tablas

Grand Prix: Bienvenidas sean las tablas

Por: Michel Contreras

 

El domingo, frente a un retador de la corona, Boris Gelfand. Este lunes, versus un ex campeón del mundo, Rustam Kasimdzhanov. El cubano Leinier Domínguez sigue sacando buenas tablas en el Grand Prix ajedrecístico de Londres, que acaba de cumplir su cuarta fecha de contienda en medio de tenaces batallas teóricas.

Kasimdzhanov llegó al torneo con el ELO más bajo entre los doce contendientes (2684), pero ello no resta ni un ápice de credibilidad a quienes sostienen que su juego es uno de los más sólidos del mundo.

Este lunes, el uzbeco optó por los archiconocidos caminos de la Ruy López y Leinier planteó entonces la Defensa Berlín, especialmente cotizada desde que Kramnik la empleara exitosamente en su célebre match de octubre de 2000 contra el Ogro Kasparov.

Observación forzosa: es harto llamativa la terrible tendencia del cubano a despilfarrar el tiempo de juego. Hoy mismo, apenas transcurridos diez movimientos, cuando aún se pisaba terreno teórico, Leinier había consumido alrededor de 40 minutos. Su rival, menos de cinco. ¿Será que está poseso por el espíritu del venerable David Bronstein?, conversaba al mediodía con mi amigo Romelio Milián.

Pero bueno, lo cierto es que una vez más el criollo se repuso al handicap del cronómetro y condujo sus tropas hasta un final de alfiles del mismo color y cinco peones por bando, con infantes doblados que no fueron impedimento para que Leinier se defendiera sin problemas. Ahora bien, nuevamente debió batallar demasiado, y tarde o temprano, el sobresfuerzo podría pasarle factura.

De momento, otra tabla. La número cuatro en sucesión. Lo cual no es argumento para críticas, habida cuenta de la categoría de sus adversarios.

Dos tableros se embarraron de sangre en la jornada. Primero, el del poderoso Alexander Grischuk, una boa constrictora que se ensañó en Shak Mamedyarov. Al ruso se le había escapado la victoria dominical sobre el chino Hao Wang, y esta vez fue inclemente con el azerí en otra Ruy López.

Mientras, Gelfand subió en solitario a la cima del evento al batir al propio Wang en un Gambito de Dama Declinado. El veterano había llegado con ventaja de un peón a la instancia decisiva del cotejo, pero no le bastaba con eso para consumar el éxito. Hacía falta un error del contrincante, y el asiático se lo concedió. La pifia de Wang, probablemente, figurará entre las mejores anécdotas de la competición. (O entre las peores, según se le mire).

Lo demás quedó en empates. Anish Giri y Vassily Ivanchuk no estiraron la cuerda de su India de Rey; Hikaru Nakamura y Veselin Topalov se trataron en una Siciliana con el respeto que corresponde a un choque entre el cinco del orbe y un otrora titular del universo; y Peter Leko y Michael Adams, como era previsible, se prodigaron en buscar el equilibrio al inclinarse por su viejo amorío con la Española.

Un detalle inusual en estos tiempos: cuatro de los seis enfrentamientos comenzaron con 1.e4, algo que difícilmente se repita en el resto de la justa.

Ahora Gelfand suma tres puntos, escoltado a media rayita por Leko y Grischuk. Seguidamente marcha un pelotón igualado a dos unidades (Leinier, Mamedyarov, Topalov, Adams y Nakamura), y cierran la clasificación, con 1,5 cada uno, Ivanchuk, Wang, Kasimdzhanov y Giri.

Este martes el cubano arrastrará con blancas una pulseada de máximo rigor ante el norteño Nakamura. Los restantes topes serán a base de Topalov-Leko, Wang-Kasimdzhanov, Mamedyarov-Gelfand, Ivanchuk-Grischuk y Adams-Giri.

Fuente: CUBADEBATE

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