Strike 3: Con esos truenos.....

Por: Michel Contreras

 

Acaba de empezar la Nacional. Lleno hasta la bandera, el Capitán San Luis vio caer a sus hombres frente a Ciego, acaso el más capacitado equipo del país. Yosvani Torres, un excluido de la última selección del patio, fue incapaz esta vez de frenar a los Tigres. A diferencia de él, otro que se perdió la Copa y los Panamericanos, Vladimir García, consiguió dominar desde el box adversario.

El partido no pasó de trivial, como serán la inmensa mayoría de los choques del torneo. Ahora hay más elencos, se prohíben los bates de grafito, subió la altura del montículo, inclusive cambiará más adelante la pelota…, pero aún así, más de lo mismo.

Lo que ocurre va más allá del propio choque. Lo terrible de nuestra pelota -lo más terrible, al menos- es que falla sistemáticamente la filosofía de juego. Que se viola de modo continuo el ABC del pasatiempo. Yerran los managers, y piensan mal los jugadores.

Voy a citar declaraciones muy recientes de los directores Juan Castro y Roger Machado, para ilustrar cómo el terreno despedaza, implacable, el camino de buenas intenciones que intentamos empedrar para la Serie.

Ambas citas aparecieron en el diario Granma. Dijo Castro: “Una cosa es segura, nos vamos a centrar en el juego colectivo. Para tener éxito en este deporte eso resulta imprescindible. (…) el que dirige debe tomar decisiones teniendo en cuenta en qué momento se halla el atleta, las características del partido, el lanzador contrario. Todo esto influye a la hora de optar por una jugada u otra”.

Eso es irrefutable. Tan verdadero como un templo. Mas, ¿qué sentido de la colectividad tuvo David Castillo cuando, con cuatro carreras debajo en el score, siguió a riesgo rumbo a segunda base en la novena entrada? Llegó safe, pero bien pudo ser out. Y peor: ¿cómo se explica que a seguidas partiera hacia la antesala con una conexión de aire a la pradera izquierda y regalara el double play que puso fin al desafío?

Por su parte, Machado declaró: ”No tengo dudas de que varios hombres rendirán más en la venidera Serie, a partir de la preparación realizada. Maikel Folch, por ejemplo, está en mejores condiciones y sabe que tiene la responsabilidad de ser el segundo abridor, detrás de Vladimir.

Los otros serán Yander Guevara, Osmar Carrero y Raicel Poll. Como primer relevo intermedio utilizaremos a Yadir Rabí, que lució inmenso en la pasada campaña. Los cerradores cortos serán José Antonio Barroso, Yunier Milián Pigot y Lázaro Santana”.

Si lo consideramos un proyecto, lo anterior es perfectamente comprensible y aceptable. No obstante, la realidad fue -es- otra. El manager quiso ganar a toda costa, y cerró el duelo con Guevara, el tercer abridor del conjunto. Con esos truenos…

Desde el mismo partido inaugural, quedó claro que seguimos soñando con la especialización en el pitcheo, y que ésta no pasa de ser una de esas mujeres deseadas, pero nunca poseídas.

Fuente: CUBADEBATE