Strike 3: "Cinco al tiro.......aunque no sean ases"
Por: Michel Contreras
Tres de los equipos con posiciones de privilegio en la parrilla de salida de la inminente Serie Nacional, Ciego de Ávila, Industriales y Sancti Spíritus, salieron a la luz hace algunas horas junto al discreto Las Tunas y el “corderito” Metropolitanos, que intentará ser lobo para acallar las voces que reclaman su extinción.
Por supuesto, una cosa es tratar y otra muy diferente es conseguirlo. Luis Suárez, el manager del segundo elenco de la capital, tiene en sus manos la clásica “papa caliente”, y tan solo un milagro evitará que, una vez más, los Rojos reserven en el sótano.
Y no crea, peloteros de porvenir y calidad probada no le faltan al grupo. Baste con apuntar que allí militan El Toro Barcelán, Roberto Carlos Ramírez, Yusef Amador, Wilfredo Aroche, Jeans Maykel Trujillo y Stayler Hernández. Pero el montículo de Metros es un verdadero -nunca mejor usado el término- volcán.
Pavel Pino, su pitcher más destacado en el torneo anterior, viste ahora de azul. Luego, los más experimentados -digamos, Ebris Pablo Martínez y Abel Viego- cargarán con el peso mayor de un objetivo que, a decir verdad, se me antoja imposible.
Algo semejante les sucede a los tuneros. Su artillería puede contener a un escuadrón de acorazados (imagínese: Pedroso, Alarcón, Guerrero, Danel, Johnson…), pero lo que hacen con el grafito lo destruyen con las serpentinas.
¿Quién sacará la cara entonces? Ocasionalmente, Yoelkis Cruz y Ubisney. Y, quizás, el casi debutante Ángel Cabrera. Mucho habrá de sufrir el cuerpo técnico que integran los ex peloteros Juan Miguel Gordo, Osmani Urrutia y Jorge Hierrezuelo.
Nada que ver la realidad de Metros y Las Tunas con la de Ciego de Ávila. Dirigidos de nuevo por Machado, los subcampeones insulares llegan con la ilusión en pie, luego de terminar en el cuarteto de vanguardia a lo largo de tres temporadas sucesivas.
Andan bien. Su base es la misma del año pasado, y esta vez -Roger dixit- emplearán a Rusney Castillo como tercero en el line up, lo que potenciará la productividad del colectivo.
Con el resto de la ofensiva no debe haber problemas, pues recaerá en las muñecas de gente como Fiss, Isaac Martínez y Yorelvis Charles, al tiempo que el binomio compuesto por Vladimir García y Michael Folch se sabe en condiciones de tirar de un carro donde montan Yander Guevara, Yadir Rabí, Dachel Duquesne, José Antonio Barroso y Lázaro Santana.
Mientras, Industriales también tiene sus armas. Y letales, como aquel viejo filme de Mel Gibson. Cuentan con una alineación potente, liderada por Malleta y Urgellés, quienes disponen de una eficaz escolta conformada por Torriente, Rudy, Serguei, Irait Chirino y, a decisión del manager, Lisván Correa y Yasmani Tomás.
Ciertamente, la tropa carece de un staff profundo -la apuesta más segura es Odrisamer-, pero nadie me puede negar que, debidamente explotada, esta mina rendiría dividendos.
Lázaro Vargas, que se estrena en el timón de los azules, ordena sus ideas en torno a una apuesta de actitudes ante el juego. Como dijo en reciente entrevista publicada aquí, sus claves estarán en “la explosividad y la combatividad en el terreno. Industriales va a correr mucho, porque posee hombres aptos para eso. Y va a jugar muy fuerte, con todas las ganas de este mundo”.
Por último, supimos de la nómina de Sancti Spíritus, sempiterno aspirante que suele naufragar en aguas de postemporada. Sin embargo, solamente un neófito en materia beisbolera es capaz de retirarle su candidatura.
Vale: al equipo le falta pitcheo. Pero, a decir verdad, con esa batería tremebunda de los Gallos, es bastante con Ismel Jiménez, Noelvis Hernández, Ángel Peña y un bullpen moderado.
Yulieski, Cepeda, Eriel, Bello, Mendoza, Monteagudo, Robeisis, José Ramón Alfonso…, son verdugos inclementes. Extraerles el máximo es la misión que encara Ruperto Zamora. Hacerles creer que sí se puede es lo difícil, pero también lo estimulante.
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