Huelga del fútbol español retrasa el comienzo de la Liga en ese país

Las posiciones encontradas de la patronal y el gremio llevaron a la huelga que impedirá el arranque de la temporada 2011-12 en la Liga Española de Fútbol, previsto para este fin de semana.

Una deuda salarial cercana a los 53 millones de euros que afecta a 200 jugadores motivó a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) a convocar el paro, que debe afectar las dos primeras fechas de la competición.

Los futbolistas afectados pertenecen a siete clubes acogidos a la Ley Concursal, norma jurídica promulgada en agosto de 2004 que determina los procedimientos en materia de aplazamientos de pagos entre otros aspectos relacionados con empresas insolventes.

Aunque este viernes volverán a reunirse las directivas de la AFE y la de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), un acuerdo de última hora parece quimérico a estas alturas, dadas las divergencias de posturas entre ambos entes.

Luis Gil, gerente del sindicato de jugadores, resaltó que las posiciones están más distanciadas aún que dos meses atrás, cuando comenzó a gestarse la posibilidad de la convocatoria a huelga.

El dirigente precisó que no se trata de reclamar más dinero, sino que los clubes cumplan con las garantías de los jugadores, consideradas el principal problema del conflicto laboral.

Gil abogó por la toma en el futuro de medidas correctoras, que implicarían el descenso de categoría como sanción para aquellos clubes que no estén al día en la obligación salarial con sus nóminas.

Otras exigencias están referidas a que el Fondo de Garantía Concursal abone los salarios de los jugadores en situación de impago y que los clubes no dispongan libremente de sus derechos de imágenes.

Desde la perspectiva de la patronal se escuchan voces como la de Manuel Llorente, presiente del Valencia FC, quien considera que el gremio pide una serie de reivindicaciones económicas imposibles de cumplir por las organizaciones futbolísticas.

Las empresas no puede garantizar todos los contratos de sus empleados, porque las empresas no tienen garantizados los ingresos, trató de explicar el hombre de negocios levantino.

Pero el presidente de la Liga, José Luis Astiazarán, realizó declaraciones que algunos medios de prensa calificaron del todo desafortunadas.

Tildó el paro de absolutamente injustificado y acusó a la AFE de haber tensado la cuerda al endurecer las reivindicaciones que venía planteando a lo largo del último bimestre.

Reconoció los impagos de varios equipos a sus plantillas, pero al propio tiempo trató de minimizar el fenómeno al citar que no son más del 20 por ciento y lo comparó con tasa de desempleo de España, instalada en esos mismos dígitos.

Al menos los futbolistas tienen trabajo, sostuvo Astiazarán en un enfoque objeto de críticas por los informadores.

Otro punto de discrepancia entre las partes radica en el fondo social y el principal ejecutivo de LFP expuso: “el sindicato se tiene que autofinanciar por parte de sus asociados, que tienen ingresos importantes”.

Como paliativo a la crisis la directiva de la Liga logró la aprobación de un sistema de

control económico y un fondo de garantía, mediante el cual soluciona cierta cantidad de dinero para jugadores con problemas en sus equipos.

Por su parte el sindicalista Luis Gil, quien compareció a la reunión en representación del presidente de AFE, Luis Rubiales, ausente por problemas personales, precisó que el fondo creado por la Liga es insuficiente para pagarle a todos los jugadores que están en esta situación.

La reunión de este viernes podría desconvocar la huelga para la segunda fecha de la competencia, el último fin de semana de agosto, y reprogramar la aplazada jornada de apertura.

Son dos las opciones a considerar: retrasar todas las jornadas una semana o comenzar el campeonato español por la segunda y recuperar la primera más adelante.

La Liga se decanta por comenzar desde la jornada uno, pero para ello necesita la aprobación de la Real Federación Española de Fútbol.

En el anuncio de la convocatoria a huelga, el viernes 12, la AFE contó con el apoyo moral de figuras como el madridista Iker Casillas, capitán de la selección española campeona del mundo y el barcelonista Carlés Puyol, entre otros legendarios jugadores.

Fuente: CUBADEBATE,(Con información de Prensa Latina)