Strike 3: "Paradojas"

Por: Michel Contreras

 

Con su parsimonia habitual, el maestro rompió el mutismo del recinto…

-Hoy vamos a comenzar hablando de las paradojas. Es decir, de proposiciones que implican una contradicción en sí mismas. Pero no voy a remitirme a ejemplos clásicos como la paradoja de la Serpiente, o la de Galileo, o aquella deliciosa extravagancia del Hotel Infinito, que sugiere que “un hotel de infinitas habitaciones puede aceptar más huéspedes, incluso si está lleno”.

El aula dejó escapar un murmullo de entusiasmo y comprensión, y el viejo profesor se acomodó los espejuelos con un lento ademán.

-Voy a hacer una serie de preguntas sobre las recientes actuaciones del béisbol y el voleibol cubanos, y juntos vamos a darles respuestas. Digamos, ¿qué equipo ha enfrentado a contrarios de más rango, el del torneo inter-puertos de Rotterdam, o el que acaba de calificar para la fase crucial de la Liga Mundial?

-Sin dudas, el de la Liga –dijo un estudiante. Esos muchachos se gastaron el lujo de barrer a Francia, subcampeón hace pocos años, y después aseguraron el boleto a finales a costa de Italia, cuyo palmarés únicamente cede ante Brasil.

-Es verdad –agregó otro. El único adversario verdaderamente débil que encontraron los voleibolistas fue Corea del Sur, mientras los peloteros han tenido rivales sin historia a nivel de selecciones absolutas como Alemania y Curazao…

-Eso –interrumpió el maestro- por no decir que los demás contrincantes, Holanda y Taipei de China, están lejos de militar en la super elite beisbolera. Pasemos ahora a otra pregunta: ¿cuál de los equipos cubanos en cuestión es más inexperto?

-Obviamente, el de voleibol –contestaron desde el fondo del aula. Es un plantel lleno de atletas inmaduros, varios de ellos en edad juvenil. Tanto es así, que los titulares han debido jugar casi el ciento por ciento de los minutos. Sin embargo, la novena que mandamos a Holanda está repleta de hombres “cujeados” en la Serie Nacional, con abundante oficio como para saber qué hacer en cada circunstancia del partido.

-Me doy por satisfecho –dijo el profesor. Por último, pregunto: ¿qué equipo ha sufrido mayores contratiempos para competir?

De golpe y porrazo, la animación de la clase desembocó en fúnebre silencio. El maestro miró a uno y otro lados, se volvió a acomodar la armadura de los bifocales y esbozó una sonrisa.

-Por razones que todavía no se han hecho públicas, la sexteta de voleibol arrostró la Liga sin el concurso de tres figuras clave: el pasador Hierrezuelo, una bujía constante; el siempre eficiente auxiliar Yoandy Leal; y el capitán Robertlandy Simón, insuperable como atacador central. La tropa de Rotterdam, en cambio, solo tuvo que prescindir de Gerardo Concepción, quien ni siquiera se contaba en el staff de lanzadores abridores dispuesto por el manager Machado. Luego, como decía Eduardo Dimas, saquen ustedes sus propias conclusiones.

El cuchicheo regresó al local, expectante por las conclusiones de aquella seguidilla de preguntas y respuestas.

-De manera, mi joven auditorio, que la selección de voleibol ha jugado mejor pese a encarar a contrincantes de más envergadura, a su indiscutible inexperiencia y a las tremendas contrariedades afrontadas antes del evento. Su rendimiento ha superado en toda la línea al de su similar de béisbol. Sin embargo…

Dicho esto, el maestro bebió un sorbo de agua, se aclaró la garganta y sentenció con ligera pesadumbre:

-Sin embargo, decía, las posibilidades de que nuestro voleibol se corone en la Liga son remotas, en tanto los peloteros disponen aún de muy buenas opciones ganadoras en Holanda. Por desgracia, la vida y el deporte tienen esas paradojas.

Fuente: CUBADEBATE