Chávez puso a Bolívar a latir con el pueblo

Palabras del embajador Rogelio Polanco en el acto por el 55 aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, el 8 de enero de 2014, Teatro Municipal de Caracas.

 

Estimado Presidente Nicolás Maduro;

Queridos compatriotas venezolanos y cubanos:

“Es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.

Así iniciaba Fidel, hace hoy exactamente 55 años, su memorable discurso aquella noche legendaria en Ciudad Libertad, a pocas horas de su entrada triunfal en La Habana y en la Historia.

Y todo fue más difícil, porque al decir del poeta “el sueño se hace a mano y sin permiso”.

Han sido 55 años de construir la utopía posible; de tomar el cielo por asalto; de levantarnos una y otra vez sobre aciertos y yerros; de echar nuestra suerte con los pobres de la tierra.

Han sido 55 años de lucha ciclópea contra agresiones y terror; contra bloqueos y asechanzas; contra traiciones y mentiras; contra todas las fuerzas naturales e imperiales.

Pero si estamos aquí, conmemorando aquel parto fundacional, es porque la Revolución Cubana sigue triunfando

Y seguirá triunfando mientras las ideas de justicia y dignidad constituyan los pilares de la nación; mientras la solidaridad y la ética presidan las acciones de las actuales y futuras generaciones; mientras preservemos nuestra independencia e identidad como conquistas sagradas e inmanentes; mientras mantengamos la voluntad de construir una sociedad socialista próspera y sostenible; mientras sintamos “en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”, como lo han hecho nuestros Cinco Héroes.

Hermanos venezolanos:

A solo quince días de aquellas palabras premonitorias y a escasos metros de aquí, en El Silencio, el 23 de enero de 1959, ante una colosal multitud, Fidel sellaba su devoción por Venezuela: “Vengo en nombre del pueblo que hoy les pide ayuda y solidaridad, a decirles a los venezolanos que también pueden contar con nuestra ayuda y nuestra solidaridad incondicional y de cualquier forma cuando la necesiten”.

Cincuenta y cinco años después, aquí están y estarán nuestros médicos, nuestros educadores, nuestros deportistas, nuestros artistas, nuestros compatriotas todos, agradeciendo con su modesto esfuerzo que “El Libertador” no se olvidara de Cuba; y que por “Un bolívar para la Sierra” también fuera posible el triunfo de Enero de 1959.

Entonces, el líder histórico de la Revolución cubana preconizó: “Ojalá que el destino de Venezuela y el destino de Cuba y el destino de todos los pueblos de América sea un solo destino, ¡porque basta ya de levantarle estatuas a Simón Bolívar con olvido de sus ideas, lo que hay que hacer es cumplir con las ideas de Bolívar!”

¡Cuán cercanas a su realización están aquellas profecías! Un mismo destino comienza a ser por fin el destino de nuestros pueblos. Como recordara recientemente el Presidente Raúl Castro: “Esta pequeña isla, a la que mediante brutales presiones de los gobiernos norteamericanos se pretendió separar de su entorno regional, ejerce la presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y se apresta a celebrar su reunión Cumbre en La Habana a finales de este mes, animada por el ideal de forjar una nueva unidad dentro de la diversidad en Nuestra América.”

¡Y cuán vivas están las ideas revolucionarias de Bolívar! Fue precisamente un hijo de esta tierra, el mejor amigo de Cuba, quien junto a militares patriotas desencadenó la nueva revolución de nuestra época, y puso a Bolívar a latir con el pueblo: Hugo Chávez Frías.

Por haber hecho suya la Revolución cubana; por haber defendido y apoyado en momentos cruciales la lucha de nuestro pueblo; por haber confiado en los miles de compatriotas que han compartido con el bravo pueblo venezolano estos quince años de revolución bolivariana: ¡Gracias por siempre, Comandante Chávez! ¡Gracias por siempre, Venezuela!

Fuente: CUBADEBATE